De «orgía independentista» califica Crónica Global la ceremonia de la 64 edición de la Nit de Santa Llúcia – Festa de les Lletres Catalanes. Me parece un acierto. Lo que ocurre en Cataluña, especialmente en el campo de la cultura, hace tiempo que tiene un carácter orgiástico. Sólo faltaba que Juanjo Puigcorbé, cuya máxima cota actoral fue aquel papel estelar en La orgía de Bellmunt, se sumara también al carro de la independencia. Desde el consejero Mascarell —¿cuántas veces repetirá aún ese hombre su adhesión pública al caudillo?— hasta el último de los mindunguis premiados, todos alcanzaron su p’tit’ mort independentista. ¿Todos? No estoy seguro en lo que concierne a Muriel Casals. Ignoro si tiene algún tipo de carencia, pero lo cierto es que esa mujer, más que disfrutar, riñe. Aunque tampoco cabe descartar que disfrute riñendo —como Mas, como Pujol, como Forcadell—. Sí, la orgía indepe catalana tiene un punto sado-masoca. Otra singularidad, ya ven.