Hay que celebrar, sin duda alguna, que, en medio de tanto hierbajo tercerista y equidistante, el editorial de El País haya acertado a colocar esta frase: «La cuestión catalana ha superado ya el marco estrecho de un conflicto entre dos Gobiernos para convertirse en un problema de los españoles». Algunos, modestia aparte, habíamos llegado ya a esa conclusión hace meses, si no años, sin necesidad de atenernos a otro marco que el de la ley. Lo que no quita que hayamos considerado siempre, y en especial ante la inacción del conjunto de nuestra clase política, que una cuestión de esta índole a quien compete resolverla, en última instancia, es al Gobierno de España. Precisamente por ser un problema de los españoles. De todos los españoles.

Un problema de los españoles

    11 de noviembre de 2014