Todos nosotros tenemos la suerte de vivir en un Estado de derecho. En España. Compartimos una Constitución que ampara nuestros derechos y fija nuestros deberes. Dentro de sus límites, podemos diseñar nuestro perfil político: compartirlo con otros muchos o elegir ser distintos a todos los demás. Nuestra ciudadanía no está condicionada por el lugar donde hemos nacido o vivimos, ni por nuestro origen familiar, ni por nuestros gustos culturales o ideológicos. Somos ciudadanos, es decir gobernantes, del territorio plural que gestiona nuestro Estado.
Mañana, en una de las regiones españolas, tan nuestra como el resto, se va a proceder a un acto simulado de democracia con la intención de privarnos de una parte de nuestra soberanía ciudadana y de mutilar nuestros derechos políticos.
Queremos denunciar alto y claro este atropello. Queremos seguir compartiendo con todos los ciudadanos españoles nuestra soberanía. Queremos defender este país unido ante los que pretenden su mutilación sectaria. No reconocemos legitimidad alguna a los intentos de fragmentar nuestra ciudadanía apelando a supuestos derechos preconstitucionales.
Y, por tanto, exigimos del gobierno del Estado español que defienda con firmeza nuestra ciudadanía común.
En Palma de Mallorca, a 8 de noviembre de 2014