(ABC, 3 de enero de 2015)
Como soy un hombre con suerte que vive fuera, ignoro si aquel reloj que instaló la ANC en pleno corazón político de Barcelona, esto es, en la mismísima plaza San Jaime, está todavía allí. Lo lógico sería que ya no estuviese, dado que marcaba el tiempo que faltaba para el 9-N y el 9-N no sólo ha pasado, sino que encima, como bien sabe el presidente Rajoy, ha sucedido. Pero, en todo caso, y al margen de si el artilugio era una compra, un alquiler o una gentil contribución a la causa de la igualadina Joyería Trías —la que comercializa el famoso «Cataclock», que ofrece las horas en catalán por el módico precio de 84 €—, habría que reponerlo. Se trata de un producto de primera necesidad, casi casi de una estructura de Estado —no se me escapa, por supuesto, que su presencia en aquella fachada constituiría una infracción urbanística, pero estoy seguro de que el Ayuntamiento haría, como ya hizo entonces, la vista gorda con sumo gusto—. Y es que la política catalana funciona, desde hace algo más de un par de años, a golpes de calendario. O sea, de días, horas y minutos que faltan para tal o tal fecha. Si antes era el 9-N, ahora es el 15-E, a juzgar por el plazo dado por Oriol Junqueras a Artur Mas para que convoque elecciones anticipadas con carácter plebiscitario o, de lo contrario, se atenga a las consecuencias. Como se ve, cada vez los plazos son más cortos. Y más apremiantes. No sólo porque la estrategia de los dos grandes partidos nacionalistas empieza a divergir, sino también porque las fuerzas de asalto a las que han ido alimentando en los últimos tiempos han terminado por convertirse en un tercer poder, que según cómo tercia a favor de uno y según cómo a favor de otro. Pero tampoco cabe descartar que el reloj en cuestión sea, en realidad, un marcapasos. O, lo que es lo mismo, que el autodenominado Proceso haya entrado en barrena y requiera de impulsos artificiales. Al fin y al cabo, si todo apunta a que este 2015 va a ser, por fin, el año de la recuperación, ¿por qué no esperar que esa parte de España llamada Cataluña recupere el ritmo vital que jamás debería haber perdido?
(ABC, 3 de enero de 2015)
(ABC, 3 de enero de 2015)