La tercera es la vieja amiga del nacionalismo. Su ersatz. Su sosias. Su interina. La que sólo vive pendiente de que saquen la plaza a oposición.
Todo indica que la tercera se va abriendo camino. La tercera es siempre la más astuta. La que espera agazapada a que la primera y la segunda se hayan desgastado lo suficiente con sus disputas para saltar al ruedo y ofrecerse. La equidistante. La que sentencia que en esta vida nadie está exento de culpa ni de razón. La salvadora. La sincrética. La proactiva. La audaz. La tercera es la que inventa soluciones donde no las hay. La que abre vías de esperanza. La tercera es la tercera vía. La que propone reformar la Constitución, porque algo hay que hacer para salir del atolladero. La conciliadora. La que quiere evitar a toda costa el choque de trenes. La neofederal. La que cree que Cataluña no está cómoda en España y que ya va siendo hora de que España se mueva. La integradora. La inclusiva. La tercera es la lenitiva. La partidaria, qué remedio, del pacto fiscal y del blindaje competencial. La dispuesta a todo, incluso al chantaje.
La tercera es la vieja amiga del nacionalismo. Su ersatz. Su sosias. Su interina. La que sólo vive pendiente de que saquen la plaza a oposición.
La tercera es la vieja amiga del nacionalismo. Su ersatz. Su sosias. Su interina. La que sólo vive pendiente de que saquen la plaza a oposición.