2. Franquismo. La Universitat Catalana d’Estiu constituye la prueba palmaria de que la Cataluña oficial continúa viviendo bajo el franquismo. Que en 2013 se celebre todavía esa universidad de verano fundada en 1969, en plena dictadura, y se celebre todavía en el exilio de Prades (Francia); que reciba una subvención de la Generalitat de 350.000 € –llegó a ser del doble en 2007–; que no tenga contenido académico alguno o, lo que es lo mismo, que siga desprendiendo, del primero al último día, el tufo resistencial de los viejos tiempos; todo esto, en definitiva, no demuestra sino el grado de enajenación de la Autonomía. Y, en consonancia con ello, la actual edición del certamen ha girado en torno a asunto tan trascendental como la presencia o no de los miembros del Gobierno catalán en la cadena humana del 11 de septiembre. Por allí han pasado consejeros y exconsejeros, amén de otros altos cargos. El consejero Gordó, que sí irá. El consejero Mascarell, que casi seguro asistirá también y que, fiel a su papel de «traditore», ha animado a sus excorreligionarios socialistas a sumarse a la fiesta. Aunque ninguno como el exconsejero Huguet, que ha pedido a Mas que vaya, pero a título personal. ¿Que cómo puede ir Mas a título personal? Huguet no lo ha aclarado. ¿Para qué? En materia de doblez, no hay quien les gane.
(ABC, 23 de agosto de 2013)