Luego llegaron los indios, o sea, los republicanos. E hicieron todo lo que sus hermanos mayores no supieron o no quisieron hacer. Amparándose en aquel marco legal, empezaron a multar a cuantos comercios no cumplían con la exigencia de ofrecer sus productos en catalán y, no contentos con esto, están ya a punto de aprobar una nueva ley de Consumo que va incluso mucho más allá. Y ahora el cine. Lo que no logró Pujals lo va a lograr Tresserras. Por más que el Gremio de Empresarios se declare en huelga y amenace con la quiebra, los republicanos no cejarán, no vaya a ser que Laporta les robe protagonismo.
Y lo peor no es eso. Lo peor es que Artur Mas, si algún día gobierna, siempre podrá decir, mientras recoge los frutos, que los suyos se limitaron a plantar el árbol, que fueron los indios quienes lo sacudieron.
ABC, 2 de febrero de 2010.