Parece que hay un hombre, en el mundo, llamado Josep Antoni Teixidó. En fin, hombres con este nombre habrá más de uno, seguro. Sólo que este ha sido noticia, noticia fresca y catalana. Les cuento. Josep Antoni Teixidó es el inventor de un reloj de pulsera que da la hora en catalán. Ah, un reloj parlante, dirán ustedes. No, no, nada de eso. Un reloj silente. Un aparato digital, como los que lleva tanta gente en la muñeca. Ah, es que Cataluña está fuera de huso, añadirán. Hombre, según como se mire, no hay duda que Cataluña está fuera de uso, pero en lo tocante al huso horario, y hasta nueva orden, los catalanes siguen compartiendo el del resto de los españoles, gallegos incluidos. Entonces, ¿qué demonios es eso de la hora catalana?

Pues otro de los hechos diferenciales en que se asienta la nación cultural. Los catalanohablantes de pura cepa, en vez de decir «las dos y cuarto» o «las seis menos cuarto», dicen —en catalán, claro— «un cuarto de tres» y «tres cuartos de seis», respectivamente. Pero, no contentos con esto, son capaces de referirse a la hora con un alambicado «medio cuarto de nueve» allí donde cualquier español emplearía «las ocho y doce» o «las ocho y trece», según lo que marcara la manecilla, o de usar la fórmula «dos cuartos y medio de diez» para indicar que son «las diez menos veintidós» o «menos veintitrés». Y todavía hay otras combinaciones posibles, como «tres cuartos de quince», por ejemplo, cuya descripción les ahorro para no abrumarles.

No vayan a creer, de todos modos, que la otra forma de decir la hora, la coincidente con la castellana, no sea lícita. Lo es, qué duda cabe. Pero no es tan catalana como la de los cuartos —y perdón por la anfibología—. De ahí que Josep Antoni Teixidó haya fabricado lo que ha fabricado. Gracias al Horacat —que así se llama, claro, el invento—, los catalanes podrán a partir de ahora consultar la hora sin minusvalía ninguna. En un extremo de la pantalla del reloj les aparecerá la solución numérica habitual, la que poseen todos los relojes del mundo, y debajo, en letras de molde, la fórmula de marras.

Aun así, el inventor no debería hacerse ilusiones. He leído que califica el sistema de «propio e identitario de los Països Catalans». Nada más falso. En las Islas Baleares y en la Comunidad Valenciana no han recurrido nunca a los cuartos. Ni van a recurrir, por lo que más vale que no pierda el tiempo y centre su campaña en la población catalana. Y, ya puestos, que empiece por José Montilla. Además de ser la primera autoridad del Principado, está en periodo de aprendizaje y es capaz de recomendar el invento a todos los ciudadanos. Aunque sólo sea para no sentirse tan solo al dar y pedir la hora.

ABC, 14 de diciembre de 2008.

La hora catalana

    15 de diciembre de 2008