Otro al que echaron hace tiempo pero que amenaza con volver es el antiguo mentor de Benach en el «clan de la avellana», Josep-Lluís Carod-Rovira. Tras haberse tirado toda una legislatura viajando por el mundo a costa del erario público y encima sin saber inglés —lo cual, según revelan los cables de Wikileaks, dejó asombrado en su momento al mismísimo cónsul de Estados Unidos en Barcelona—, se pavonea en los últimos días de que el batacazo electoral de su partido, con él, no habría ocurrido. Y de que lo importante ahora es mirar al futuro y construir una santa alianza nacional y de izquierdas. Vaya, algo así como aquella ERC de Macià, pero con Carod al frente.
El que no está para mudanzas, en cambio, es Higinio Clotas. Clotas lleva tres décadas en el Parlamento. Entró en la primera legislatura y ahí sigue. Y desde 1999, siempre en la mesa, como vicepresidente. O sea, con coche oficial. Que esa es la razón, dicen, por la que Montserrat Tura se ha subido esta vez al estrado, aunque ella como secretaria. ¿Que para qué quiere coche oficial, la consejera saliente? Pues para pasearse por Cataluña llevando la buena nueva parlamentaria y postulándose, de paso, como futura líder del partido, que en octubre hay congreso. Y para no perder la costumbre, claro.
ABC, 18 de diciembre de 2010.