La Asociación por la Tolerancia ve relación entre el hecho de que el grupo Cataplân Teatrum de Mollet del Vallès hubiera representado en 2009 en un festival municipal «Los tres cerditos» y el hecho de que el Ayuntamiento de la localidad decidiera este mes de octubre dejar de amparar, en uno de sus centros cívicos, las actividades del mencionado grupo de teatro infantil. Todo indica que la relación existe, en efecto. Al fin y al cabo, ya entonces la representación de la obra mereció las críticas de la agrupación local de ERC porque ya me dirán ustedes qué necesidad hay de escenificar «Los tres cerditos» pudiendo escenificar «Els tres porquets»; son ganas de buscarse problemas. De provocar, en una palabra. Pero, aun así, el Ayuntamiento de Mollet, gobernado, como en la actualidad, por el PSC, no cedió a las presiones. Ahora, en cambio, la cosa ha sido distinta. Y es que al estigma de la lengua imperial los concejales de ERC han logrado añadir el del régimen dictatorial. Según ha trascendido, Manuel Aguilella, el responsable de Cataplân Teatrum, ejerce también como delegado en Cataluña de la OJE, esto es, de la Organización Juvenil Española, nacida en 1960 —el mismo año que el alcalde Monràs i Galindo, por cierto—, bajo la protección de la Delegación Nacional de la Juventud —lo que ya no puede decirse, que se sepa, del alcalde—. O sea, que el enfrentamiento con ERC estaba servido. 1931 versus 1960. La Segunda República versus la Dictadura franquista. El abuelo Macià versus el abuelo Franco. Els «escamots» versus las centurias de Flechas. Demasiado para el alcalde, cuyo partido, por lo demás, no dispone en esta legislatura de mayoría absoluta, por lo que suele pactar, ya con CIU, ya con ERC, las grandes decisiones. Y, claro, ¿qué van a hacer los tres cerditos municipales si ven venir el lobo? Pues protegerse. No vaya a suceder que, poco a poco, los molletenses descubran que hay otros mundos posibles y no están en el Vallès.

ABC, 31 de diciembre de 2011.

Los tres cerditos

    31 de diciembre de 2011