En todo caso, lo que revela esa anécdota es la convicción de que ha llegado la hora de presionar al nuevo gobierno, incluso en estado naciente. Se trata de una convicción hasta cierto punto normal. Los lobbies son consustanciales a las democracias avanzadas. No sé si la nuestra lo es, pero confío en que, como mínimo, lleve camino de serlo. Ahora bien, la existencia de un lobby, o de una entidad que aspire a tal título, ni supone ni debería suponer un quebranto del marco legal. Y no lo digo por esa Associació de Productores Audiovisuals, que, al fin y al cabo, se acoge a la libertad de opinión para defender sus intereses, sino por la Assemblea de Docents, que obra de modo harto distinto.
Como sin duda sabrán, la Assemblea ha logrado que una veintena de claustros de los 46 convocados hasta ahora en Baleares se nieguen a aprobar la distribución por materias de las tres horas lectivas de libre designación que la Lomce prevé en el desarrollo autonómico del currículo. Con dicha negativa los promotores del boicot consiguen paralizar la vida académica, puesto que los equipos directivos de esos centros carecen de la información suficiente para planificar sus plantillas con vistas al próximo curso. Sobra indicar que no estamos aquí ante la expresión de un punto de vista, o de una discrepancia formal o de fondo, sino pura y simplemente ante un desacato. Los miembros de esos claustros que han votado a favor del bloqueo están votando, en realidad, en contra de la aplicación de una ley aprobada en un Estado de derecho y que a todos obliga –y en especial a quienes, por su condición de funcionarios, deberían ser los primeros en cumplirla–. El problema es que un desacato por parte de un servidor de lo público que no halla respuesta en la Administración –y no habido respuesta, como mínimo, hasta el momento de escribir estas líneas– se convierte, a ojos del común, en una mera expresión del libre albedrío. Y el marco legal se va disolviendo como un azucarillo.
Esa Administración, dentro de nada, va a cambiar de manos y de color político. Quienes han amparado y legitimado a lo largo de estos últimos años a la Assemblea de Docents van a ser quienes tendrán en adelante la obligación de hacer cumplir la ley y, en consecuencia, de enfrentarse a los boicots y desacatos que, de no mediar milagro, esa misma Assemblea va a continuar promoviendo. Han engordado la bestia y ahora deberán lidiar con ella. Y dudo mucho que vaya a servirles seguir tomando como chivo expiatorio de todos sus males al todavía presidente Bauzá.
Xavier Pericay, cabeza de lista por Ciudadanos al Parlamento Balear
(Diario de Mallorca)